Se acerca la recta final, se acercan los últimos exámenes y para muchos es la nota decisiva para superar o no superar una asignatura.
Tanto si estás dentro de este grupo como si estás interesado en aprender consejos que te mejoren el rendimiento en los exámenes, quédate leyendo esta entrada con siete consejos que hemos preparado desde la Academia Estudios Unidos para ti.
1. Planifica y organízate
Es importante ser realista y saber cuánto tiempo tenemos para preparar una asignatura. Lo primero que debemos hacer es agregar la fecha de examen a nuestra agenda o calendario. Una vez que sabemos cuánto tiempo nos dista del examen, ya sea meses o días, es saber cuánto tiempo al día o a la semana puedo dedicarle al estudio de la asignatura. Por aquí podemos dar otra pincelada a ser realistas, por ejemplo, si es sábado y digo: "tengo todo el día para estudiar"... seamos realistas, quitando las ocho horas de descanso, no vamos a pasarnos 16 horas estudiando. ¿Por qué? Porque tenemos que alimentarnos, asearnos, interactuar con otras personas y lo más importante, realizar descansos. Por lo que, vamos a dividir el temario en bloques e incluir los descansos, pensando que no por dedicarle muchas horas en un día es resultado de un mejor aprendizaje. A veces, con menos dedicación, pero excelente concentración, obtendremos mejores resultados de estudio que pasarnos “todo el día” y que en realidad sólo nos concentramos los primeros 15 minutos.
2. Ambiente de estudio
Luego de saber cuándo tenemos el examen, lo siguiente, si es que ya no lo tenemos designado, es saber dónde vamos a tener nuestro espacio de estudio. Dentro del espacio de estudio encontramos lo que es la habitación que esté limpia, que sea un lugar tranquilo y un espacio iluminado. Por supuesto, sin distracciones. También comprende nuestro espacio de estudio el escritorio o mesa, donde tendremos todo el material, libros y apuntes a mano para no distraernos y no perder tiempo en irlos a buscar mientras estemos estudiando.
3. Métodos de estudio
Tenemos distintos métodos y ninguno es mejor que otro. Al respecto, consideramos que todos en su conjunto mejoran la comprensión de las asignaturas.
Tomar notas: además de las notas que tomas cuando estás en clase, es importante realizar notas mientras lees o escuchas el material de estudio. Anotar los puntos clave y resumir con nuestras propias palabras para un mejor entendimiento.
Utilizar tarjetas de memoria, las conocidas flashcards: son útiles para memorizar conceptos, fórmulas y vocabulario.
Realizar autoevaluaciones: hacer cuestionarios o exámenes de práctica para evaluar nuestro aprendizaje.
4. Técnicas de memorización
Repetición espaciada: este método nos aconseja que dejemos pasar un tiempo antes de volver a leer nuestras notas. Según el psicólogo Pierce Howard, debemos dejar un espacio de tiempo para que las conexiones neuronales adquieran solidez. Es decir, luego de haber estudiado debemos realizar otras tareas para dejar al cerebro el tiempo suficiente para poder codificar y almacenar la información.
Mnemotecnia: esta técnica consta de utilizar acrónimos, rimas o asociaciones para recordar información a través de un conocimiento previo para recordarlo con mayor facilidad. Una técnica que seguro has utilizado de forma inconsciente y seguro no sabías que pertenecía a esta categoría es: los meses con 31 días son los nudillos de las manos y los meses con menos días van entre los espacios de los nudillos que se forman al cerrar la mano.
5. Hábitos saludables
Duerme bien: para tener una consolidación de la memoria adecuada es necesario tener un descanso adecuado, en cuanto a horas de sueño y también que sea de calidad y en el horario adecuado.
Aliméntate bien: una rica dieta balanceada de todos los nutrientes que nuestro cuerpo necesita para su correcto funcionamiento mejora nuestra concentración y energía.
Haz ejercicio: además de reducir el estrés que nos puede ocasionar el tener uno o más exámenes, el ejercicio mejora nuestra concentración.
6. Técnicas de relajación y manejo de estrés
Como ya hemos mencionado el ejercicio ayudará a reducir nuestro estrés, pero además podemos incluir la respiración profunda para ayudar a reducir la ansiedad y mejorar nuestra concentración. Esta técnica de relajación consiste en respirar de forma lenta y profunda, inhalando por la nariz y exhalando por la boca. Se utilizan el diafragma, que es el músculo que separa el tórax del abdomen, y los músculos abdominales.
Por otra parte, la meditación, que es un entrenamiento mental que nos brindará una sensación de calma, paz y equilibrio para mejorar nuestro bienestar emocional. Lo podemos realizar sentado en el suelo o acostado boca arriba. Comenzando por una respiración honda y manteniendo nuestro cuerpo relajado. Con los ojos cerrados nos enfocaremos en nuestra respiración, evitando pensar, o mejor dicho, dejando pasar todo tipo de pensamiento, sin enfocarnos en ninguno. Dejándonos fluir como el agua y no deteniéndonos para no estancarnos y estresarnos.
También, la práctica de mindfulness nos ayudará a calmar la mente y enfocarnos mejor. Es una técnica de meditación que busca entrenarnos mentalmente para centrar la atención y redireccionar los pensamientos. Es decir, se trata de experimentar nuestro entorno con todos nuestros sentidos, el tacto, el oído, la vista, el olfato y el gusto. Primero realizaremos respiraciones profundas, observaremos nuestros pensamientos e identificaremos nuestras emociones.
7. Colaboración y apoyo
Grupos de estudio: exponer y discutir sobre el material entre compañeros no solo ayudará a una mejor comprensión, sino que también proporcionará distintas perspectivas. De una forma más activa y dinámica resolviendo las dudas en el momento, de esta forma se genera una retroalimentación enriquecedora. También es una manera de reducir el estrés, cuidado que dentro del grupo no haya personas que te generen un sentimiento contrario. e incrementará la fijación del temario en nosotros.
Busca ayuda: nosotros, como Academia de Estudios, estamos para ayudarte a estudiar de una manera más eficiente y efectiva, aumentando tus posibilidades de éxito en los exámenes.
Lo ideal es no dejar para último momento el acudir a nosotros, ya que, si preparamos la asignatura con tiempo, tendrás un seguimiento personalizado según tus necesitades. Otro beneficio es que se crea un hábito de estudio, una rutina de pautas que te ayudarán a afrontar el estudio y lograr superar la asignatura con éxito.